Prescripción del Ejercicio Físico para personas con Lumbalgia

Es cierto que los beneficios para la Salud que trae la práctica de ejercicio físico, es fundamental para tener una mejor calidad de vida, para ello la programación en cuanto a la individualidad y contexto de la persona, es fundamental, además, vivimos en una sociedad en la cual cada vez más se escucha sobre el dolor de espalda, el sedentarismo y la lumbalgia, para ello en este artículo analizaremos como puede beneficiar la prescripción del ejercicio en personas con lumbalgia.

¿Qué es la Lumbalgia?

La lumbalgia, denominada como dolor intenso y profundo,  producido desde la última costilla y la zona glútea, que puede o no irradiarse hacia las extremidades inferiores, con un efecto de impedimento de movilidad de la espalda baja, además la causa es multifactorial, con lo cual el estado en donde el bienestar físico, mental, y social se ha perdido (2, 4 y 6).

Desde el punto de vista de Salud pública, representa muchas consultas, ya que puede ser de origen músculo-esquelético en un 95 %  o producida por enfermedades, en un 5%, afectando a hombres y mujeres, variando en función de las personas, y de la actividad física (1 y 4).

Es por ello, que la literatura y las investigaciones, sostienen que hay varios factores relacionados con la lumbalgia y el dolor de espalda.

 Tipos de Lumbalgía

La Lumbalgía se ha clasificado de acuerdo a su tiempo de evolución y a su condición en:

Lumbalgía Aguda o Leve: Es la forma clínica de presentación más frecuente y se define como un cuadro doloroso agudo en la zona lumbar de aparición brusca e intensa. Surge generalmente al agacharse para coger un peso aunque otras veces ocurre sin motivo aparente. Generalmente se inicia tras notarse un “chasquido” en la zona lumbar que sigue a un intenso dolor en esa zona, e impide a la persona afectada enderezarse y caminar. Existe controversia sobre el tiempo exacto de duración. Mientras que hay autores que consideran que estas lumbalgías son las que tienen un tiempo de evolución inferior a las 4 semanas para otros no van más allá de las de 2 semanas o incluso de la semana de evolución.

Lumbalgía Sub-aguda o Moderada: Después de un episodio agudo puede existir persistencia o fluctuaciones del dolor por unas pocas semanas. Cuando el tiempo de evolución se encuentra entre las 4 y 12 semanas, las 2 y 12 semanas o incluso entre la semana y las 7 semanas se considera Lumbalgía sub-aguda o moderada.

Lumbalgía Crónicas o Severa: Evolución crónica de un episodio agudo. El cuadro suele ser recurrente, estacional, intermitente o episódico, que aumenta con los esfuerzos y sedestación prolongada pudiendo causar incapacidades severas para quien la padece. El 73% de los sujetos afectados refieren haber tenido al menos un episodio recurrente en los primeros 12 meses. Muchos de estos enfermos muestran factores psicosociales sobreañadidos. Para unos autores serían las que tienen un tiempo de evolución superior a los 3 meses mientras que para otros serían las que superan las 7 semanas de evolución.

8 factores relacionados a la lumbalgia:

En este aspecto, encontramos 8 factores que se relacionan con la lumbalgia:

  • La EDAD: entre los 20 y 55 años, edad donde las personas son más productivas.
  • El SEXO: hasta el momento la evidencia no es clara, pero algunos datos, arrojan que los hombres son más propensos a sufrir lumbalgia.
  • La TALLA Y SOBREPESO: la evidencia nos dice que hombres y mujeres, con sobrepeso, podrían tener 1.5% más de probabilidad de predisposición al dolor, por el peso que debe soportar la zona del sacro y las últimas costillas.
  • En cuanto al TABAQUISMO, hasta el momento, este punto requiere de más investigación, pero constituye un factor de riesgo importante para la hospitalización de los pacientes con esta patología.
  • El PAÍS O REGIÓN, que depende de las costumbres y vivencias culturales (4).
  • Las CONDICIONES FÍSICAS: se habla de que las personas con buena condición física, concluyen sus trabajos sin dolores lumbares, mientras que en personas con mala condición física, podría llevar a episodios de dolor lumbar (4).
  • Las CAUSAS OCUPACIONALES: algunos factores son: trabajos muy pesados, trabajos estáticos, levantamientos pesados y bruscos (4).
  • Y por último, las CAUSAS PSICOSOCIALES: ya que, se demostró que estas causas de índole laboral, son más propensas que las ocupacionales, manifestando miedo al dolor, estrés y ansiedad (4).

En la misma línea, las repercusiones se dan a nivel físico, psicológico, social y laboral, afectando la calidad de vida (1), ya que se ha observado que el esfuerzo laboral excesivo que realizan desde jóvenes, los cuales comienzan a trabajar a temprana edad y el alto grado de estrés emocional que presenta la población en general, por el estado de inseguridad, con altos riesgos de violencia existente en el país, ha ayudado a la progresión de dicha dolencia y la convierte en causa frecuente de consulta de los trabajadores (4).

Por otra parte, pareceria que el reposo está contraindicado, pues afecta, debilita y atrofia la musculatura de la espalda baja, pero de ser necesario, no debería superar los 2-3 días de reposo, ante dolores agudos (3).

Para esto, una buena manera de contrarrestar estas dolencias, es acudir a profesionales que se encarguen del entrenamiento y el ejercicio físico, ya que tiene un fuerte efecto protector sobre la Salud y la calidad de vida.

Prescripción del Ejercicio físico en personas con lumbalgia

El ejercicio físico, ha demostrado su efecto protector ante la lumbalgia, ya que protege contra el dolor, predispone a la persona para el ámbito laboral y ayuda desde el componente psicológico (3), siempre y cuando sea llevado a cabo por profesionales que conozcan de que manera debe abordarlo, que estrategias debe implementar y cuales serian los ejercicios más apropiados para este tipo de manifestación.

En personas con lumbalgia, se pierde fuerza, y flexibilidad del tronco, además de capacidad cardiovascular, con lo cual proponer una serie de ejercicios donde convivan estos tres parámetros sería lo más lógico (3), utilizando el entrenamiento HIIT como una gran estrategia donde convivan este tipo de capacidades.

El realizar ejercicio, no se identifica con mayor riesgo de dolor de espalda, más bien se relaciona con una buena Salud de espalda y con un menor riesgo de padecer episodios de dolor (3).

De hecho, un estudio realizado por Tímela y colaboradores (2000), durante 12 semanas, y siguiendo a los pacientes por 14 meses, se observó que el grupo que mantuvo el hábito de ejercicio físico, tuvieron menor recurrencia de episodios de lumbalgia.

Imagen 1: Prevención del dolor lumbar. Tomado del Post Corporal Kinesis.

Para ello, proponer programas de ejercicio físico, entre 8 a 14 semanas, mejoraría en un 60 % la condición de quien padece de lumbalgia, además los dolores entre las 24-48 hs post-ejercicios, se relacionaría más con las agujetas (3).

Por otro lado, la intensidad juega un papel muy importante, ya que al utilizar entrenamientos de intensidad moderada-alta, para el tratamiento de la lumbalgia crónica, dentro de un periodo de 6 a 8 semanas puede mejorar la flexibilidad del tronco en un 20%, la fuerza del  tronco y capacidad para levantar cargas en un 50% y la capacidad cardiovascular en un 20%-60% (3).

Conclusiones

Se conoce que la Lumbalgia causa un fuerte dolor de la espalda baja, produciendo falta de movilidad y molestias, a esto tener un sistema de alarma ante el dolor seria beneficioso para conocer su estado actual.

Por otro lado, es una causa multifactorial como se mencionó, y acudir a un centro de entrenamiento que prescriba correctamente la dosificación del trabajo, traería aparejado, no solo mejoras en cuanto al dolor, sino mejoras en cuanto a ganancias de fuerza, resistencia y flexibilidad.

Una vez más, queda arrojado a la luz de la evidencia, que mantener un estilo de vida activo, buenos hábitos de alimentación y ejercicio programado, dosificando el volumen y la carga, trabajando la Fuerza como capacidad núcleo, traería grandes beneficios, no solo para la Salud de la espalda de personas que padecen lumbalgia, sino una mejor calidad laboral y de vida. El reposo no es un bien constante, mucho menos una estrategia inteligente para personas con lumbalgia, el movimiento siempre va a ser la respuesta a largo plazo.

Referencias bibliográficas

  1. Covarrubias-Gómez (2010). Lumbalgia: un problema de Salud pública. Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Distrito Federal, México.
  2. García Carbayo (2012). Lumbalgia. Barcelona, España.
  3. Perez-Guisado, J. (2006). Lumbalgia y ejercicio físico. Madrid, España. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte / International Journal of Medicine and Science of Physical Activity and Sport.
  4. Herrera, A y . A (2013). Lumbalgia, una dolencia popular y a la vez desconocida. Universidad de Carabobo Venezuela.
  5. Taimela S, Diederich C, Hubsch M, Heinricy M. The role of physical exercise and inactivity in pain recurrence and absenteeism from work after active outpatient rehabilitation for recurrent or chronic low back pain: a follow-up study. Spine (Phila Pa 1976). 2000 Jul 15;25(14):1809-16. doi: 10.1097/00007632-200007150-00012. PMID: 10888950.
  6. Valle Calvet y Marqués Olivé. (2010).Signos de alarma de la Lumbalgia. Seminarios de la Fundación Española de Reumatología.
  7. Aguilera, Ana, & Herrera, Arturo. (2013). Lumbalgía: una dolencia muy popular y a la vez desconocida. Comunidad y Salud11(2), 80-89. 
  8. Espí-López, Gemma Victoria, Muñoz-Gómez, Elena, Arnal-Gómez, Anna, Fernández-Bosch, Jorge, Balbastre-Tejedor, Isabel, Ramírez-Iñiguez, Mª Victoria, & Vicente-Herrero, Mª Teófila. (2019). La obesidad como factor determinante en el dolor lumbar: revisión bibliográfica. Revista de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo28(3), 217-228. 

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *