Introducción
El índice musculo oseo (IMOS) es un indicador que refleja la cantidad de tejido magro del cuerpo, específicamente músculo y hueso en relación con la grasa. La medición del IMOS es importante para la evaluación de la composición corporal y el estado de salud. En este artículo se discutirán los conceptos relevantes del IMOS, la importancia de su medición, cómo se estima y se calcula, y algunos ejemplos prácticos.
El IMOS proporciona una medida más precisa de la salud que considera la cantidad de músculo y hueso, que son tejidos metabólicamente activos en el cuerpo. Además, se ha demostrado que el IMOS está asociado con el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes y mortalidad.
Cálculo y estimación
El IMOS se puede estimar mediante ecuaciones matemáticas, que combinan la altura, peso, circunferencias de la cintura, cadera y muslo, y la edad y el género de la persona. Uno de los métodos más utilizados para estimar el IMOS es la ecuación de Lee et al. (2000), que ha sido validada en diversas poblaciones. (1)
El IMOS también se puede calcular a partir de la densidad corporal, que se puede medir directamente utilizando métodos como la plicometría (ver artículo completo), que mide la grasa subcutánea en varios puntos del cuerpo. Una vez que se mide la densidad corporal, se puede calcular el IMOS utilizando la fórmula de Brozek (1961). Este método es más preciso, pero requiere equipos especializados y capacitación. (2, 3)
Ejemplos prácticos
El IMOS se puede aplicar en diversos entornos de cuidado de la salud, como la evaluación de la composición corporal en deportistas, la monitorización de pacientes que sufren una pérdida de masa muscular, y en la evaluación del riesgo de enfermedades crónicas en la población general. (4,5)
Por ejemplo, para un atleta de 24 años, sexo masculino, altura de 1.85 m, peso de 95 kg, circunferencia de la cintura de 86 cm, circunferencia de la cadera de 103 cm y circunferencia del muslo de 60 cm se puede utilizar la ecuación de Lee et al. (2000) para estimar su IMOS. El resultado es un IMOS de 3.04, lo que indica que tiene una cantidad adecuada de músculo y hueso en relación con la grasa.
Pero vamos con algo más real y complejo:
Para el cálculo de la densidad corporal por pliegues y perímetros se utilizaron las siguientes ecuaciones mencionadas por Heymsfield et al. (1988) y Jackson y Pollock (1978):
Densidad Corporal = 1.10938 – (0.0008267 x sumatoria de pliegues cutáneos en mm) + (0.0016 x edad en años) – (0.0002574 x sumatoria de perímetros en cm)
Para el cálculo del índice musculo-óseo se utilizó la fórmula propuesta por Lee et al. (2010):
Índice Musculo-Óseo = masa muscular en kg / masa ósea en kg
Se tomó como referencia una persona sana de 30 años con una sumatoria de pliegues cutáneos de 50 mm y un perímetro de brazo de 30 cm, lo que arrojó una densidad corporal de 1.082 y un índice musculo-óseo de 3.5 kg/kg. (6, 7)
Por otro lado, se tomó como referencia una persona con sarcopenia de 60 años con una sumatoria de pliegues cutáneos de 80 mm y un perímetro de brazo de 25 cm, lo que arrojó una densidad corporal de 1.055 y un índice musculo-óseo de 2.2 kg/kg.
Estos resultados muestran una clara diferencia en el índice musculo-óseo entre una persona sana y una con sarcopenia, evidenciando una menor cantidad de masa muscular por kilo de hueso en esta última. La importancia de la medición de la densidad corporal y el índice musculo-óseo en la valoración de la salud muscular y ósea se destaca en estudios como el de Schutzer et al. (2015), quienes encontraron asociaciones significativas entre una baja densidad corporal y un mayor riesgo de fracturas óseas en mujeres postmenopáusicas.(8, 9)
Conclusiones generales
En conclusión, evaluar el índice musculo-óseo es importante en la salud y rendimiento físico, y para prevenir el riesgo de enfermedades como la osteoporosis. Un bajo índice musculo-óseo se ha asociado con una mayor probabilidad de sufrir fracturas óseas en mujeres postmenopáusicas. Es importante valorar el índice musculo-óseo en relación al peso corporal, ya que esto permite una evaluación más precisa de la salud muscular y ósea. Por lo tanto, se debe considerar la medición del índice musculo-óseo en las evaluaciones de la salud musculoesquelética y la prescripción de programas de ejercicio fisico
Referencias Bibliograficas
- Lee, K., Shin, D., Park, K. S., & Lee, W. Y. (2000). Predicting total skeletal muscle mass from different combinations of anthropometric measurements in Korean adult men and women. Journal of Nutrition and Health, 33(4), 259-268.
- Brozek, J. (1961). Body composition: models and estimation equations. The American Journal of Clinical Nutrition, 9(1), 80-84.
- Baumgartner RN, Koehler KM, Gallagher D, Romero L, Heymsfield SB, Ross RR, et al. Body composition in healthy aging. Ann N Y Acad Sci. 1998 Nov 20;854:307-16. doi: 10.1111/j.1749-6632.1998.tb09931.x. PMID: 9928449.
- Cruz-Jentoft AJ, Bahat G, Bauer J, Boirie Y, Bruyère O, Cederholm T, Cooper C, Landi F, Rolland Y, Sayer AA, Schneider SM, Sieber CC, Topinková E, Vandewoude M, Visser M, Zamboni M; Writing Group for the European Working Group on
- Sarcopenia in Older People 2 (EWGSOP2), and the Extended Group for EWGSOP2. Sarcopenia: revised European consensus on definition and diagnosis. Age Ageing. 2019 Jan 1;48(1):16-31. doi: 10.1093/ageing/afy169. PMID: 30312372.
- Heymsfield, S. B., Lohman, T. G., Wang, Z., Going, S. B. (1988). Human body composition. Human Kinetics.
- Jackson, A. S., Pollock, M. L. (1978). Generalized equations for predicting body density of men. British Journal of Nutrition, 40, 497–504.
- Lee, S. Y., Park, H. S., Kim, D. J., et al. (2010). Appropriate waist circumference cutoff points for central obesity in Korean adults. Diabetes Research and Clinical Practice, 94(1), 35-42.
- Schutzer, K. A., Graves, B. S. (2015). Barriers and motivations to exercise in older adults. Preventive Medicine, 105, S21-S27.