El entrenamiento de la fuerza ha evolucionado, y con él, la comprensión del CORE —un concepto que va mucho más allá de los simples “abdominales”. Este complejo muscular, fundamental para la estabilidad y la transmisión de fuerza, es la piedra angular de un rendimiento óptimo y la prevención de lesiones en cualquier disciplina física. ¿Pero cómo se entrena realmente un CORE funcional y resiliente? La respuesta radica en la “filosofía del anti-movimiento”.
¿Qué es el CORE y por qué es tan importante?
El CORE (del inglés, “núcleo”) no es solo la musculatura visible del abdomen, sino un sistema integrado de músculos que envuelve el tronco: abdominales (recto abdominal, oblicuos internos y externos, transverso abdominal), lumbares (multífidos, erector de la columna), flexores de cadera, glúteos y el diafragma. Su función primordial no es generar grandes movimientos de flexión, extensión o rotación de la columna, sino estabilizar la columna vertebral y la pelvis frente a fuerzas externas e internas (3). Esta capacidad de estabilización es crucial para:
- Transferencia eficiente de fuerza entre las extremidades superiores e inferiores.
- Protección de la columna ante cargas excesivas y movimientos indeseados.
- Mejora del rendimiento en ejercicios compuestos y movimientos deportivos.

La Filosofía del Anti-Movimiento: El Paradigma Moderno del CORE
La literatura científica contemporánea, con figuras prominentes como el Dr. Stuart McGill (1), ha redefinido el entrenamiento del CORE. El enfoque ya no está en la cantidad de “crunches” o giros, sino en la resistencia al movimiento (el “anti-movimiento”). Esto significa entrenar al CORE para:
- Resistir la extensión excesiva de la columna (anti-extensión).
- Resistir la flexión excesiva de la columna (anti-flexión).
- Resistir la rotación indeseada del tronco (anti-rotación).
- Resistir la inclinación lateral del tronco (anti-flexión lateral).

La Filosofía del Anti-Movimiento
La ciencia moderna, liderada por expertos como el Dr. Stuart McGill, demuestra que la función principal del CORE no es crear movimiento, sino resistirlo. Un núcleo fuerte previene movimientos indeseados en la columna, transfiriendo fuerza de manera segura y eficiente. El objetivo es la estabilidad.
Este paradigma es vital para construir una base sólida de estabilidad y resiliencia espinal, especialmente bajo carga (2).
Los 4 Pilares de la Estabilidad del CORE: Patrones y Ejercicios Clave
Comprender y aplicar los cuatro patrones de anti-movimiento es fundamental para un entrenamiento integral del CORE.
1. Patrón de Anti-Extensión: Resistencia al Arqueo Lumbar
La anti-extensión es la capacidad del CORE de evitar que la columna lumbar se arquee excesivamente (hiperlordosis) (1). Esto es crítico en acciones cotidianas y deportivas donde se soporta carga frontal o se busca la extensión de cadera con columna neutra.
Músculos Clave: Recto abdominal, transverso abdominal (principalmente) (3).
Ejercicios Fundamentales:
- Plancha Frontal (Plank): El ejercicio por excelencia. Mantener una línea recta desde la cabeza hasta los talones, contrayendo el abdomen y los glúteos para evitar el colapso lumbar.
- Progresiones: Aumentar el tiempo, levantar una extremidad (brazo o pierna), plancha con pies en TRX o Fitball.
- Regresiones: Plancha con rodillas apoyadas, plancha con manos elevadas.
- Rueda Abdominal (Ab Wheel Rollout): Desde rodillas o de pie, extender la rueda hacia adelante controlando la extensión lumbar. Requiere gran fuerza de anti-extensión.
- Bicho Muerto (Dead Bug): Tumbado boca arriba, extender lentamente brazo y pierna opuestos manteniendo la zona lumbar pegada al suelo. Excelente para control motor.
- Y luego puedes proponer variantes más complejas siguiendo este pratrón:
2. Patrón de Anti-Flexión: Resistencia al Encorvamiento Espinal
Menos obvio, pero igualmente vital, es la capacidad de resistir la flexión excesiva o el encorvamiento de la columna (1, 5). Este patrón es crucial para mantener una espalda neutra y protegida en levantamientos pesados como sentadillas o pesos muertos.
Músculos Clave: Erectores de la columna, transverso abdominal, oblicuos (mediante co-contracción para rigidez) (1).
Ejercicios Fundamentales:
- Paseo del Granjero (Farmer’s Walk): Caminar con carga pesada en una o ambas manos. Obliga a todo el CORE a estabilizar el tronco.
- Perro-Pájaro (Bird-Dog): En cuadrupedia, extender brazo y pierna opuesta manteniendo la columna inmóvil.
- Buenos Días (Good Mornings): Con una barra ligera o sin carga, flexionar la cadera manteniendo la columna neutra. Requiere técnica impecable.
3. Patrón de Anti-Rotación: Resistencia a los Giros Indeseados
La anti-rotación se refiere a la capacidad de los músculos del CORE para impedir la rotación no deseada de la columna lumbar (1, 2). Esto es fundamental en deportes con movimientos asimétricos o de lanzamiento, donde la fuerza se genera desde la cadera y debe transmitirse sin comprometer la zona lumbar.
Músculos Clave: Oblicuos internos y externos (principalmente), transverso abdominal, recto abdominal (3).
Ejercicios Fundamentales:
- Press Pallof: Con una banda o cable anclado lateralmente, empujar hacia adelante resistiendo la rotación del tronco. Clave mantener caderas y hombros mirando al frente.
- Landmine Anti-Rotation: Similar al Press Pallof, utilizando una barra en un pivote para una resistencia más progresiva.
- Remo a un Brazo (Single-Arm Row): Al realizar remos unilaterales, el CORE debe estabilizar para resistir la rotación generada por la carga.
4. Patrón de Anti-Flexión Lateral: Resistencia a la Inclinación del Tronco
Este patrón se centra en la capacidad del CORE para resistir la inclinación o flexión lateral del tronco (1, 2). Es esencial en situaciones de carga asimétrica o para mantener la estabilidad pélvica durante movimientos unilaterales como la marcha o zancadas.
Músculos Clave: Oblicuos internos y externos (lado opuesto), cuadrado lumbar, erectores de la columna.
Ejercicios Fundamentales:
- Plancha Lateral (Side Plank): Apoyado en un antebrazo y el lateral del pie, mantener el cuerpo recto y elevado, evitando que la cadera caiga.
- Progresiones: Aumentar tiempo, levantar pierna superior, añadir dips de cadera.
- Regresiones: Plancha lateral con rodillas apoyadas.
- Paseo de Maleta (Suitcase Carry): Caminar con una carga pesada en una sola mano. Desafía directamente la estabilidad lateral.
- Press Militar a un Brazo (Single-Arm Overhead Press): Al levantar una mancuerna o kettlebell unilateralmente por encima de la cabeza, el CORE trabaja intensamente para evitar la inclinación del tronco.
Aplicación Práctica: Integrando el CORE en tu Entrenamiento de Fuerza
La clave es la progresión inteligente y la integración estratégica del trabajo de CORE en la rutina.
Consideraciones de Fatiga y Volumen
- Fatiga: Evita entrenar el CORE hasta la fatiga extrema antes de ejercicios compuestos principales (sentadilla, peso muerto). Un CORE fatigado compromete la estabilidad y aumenta el riesgo de lesión (1).
- Cuándo entrenar el CORE:
- Calentamiento/Activación: Series ligeras y controladas para “despertar” los músculos estabilizadores.
- Después del Levantamiento Principal: Una vez completados los movimientos de alta demanda, para permitir que el CORE trabaje sin comprometer la forma de los ejercicios compuestos.
- Días Específicos de CORE: Si buscas un énfasis particular, puedes dedicar sesiones completas o bloques extensos.
- Frecuencia y Volumen: Generalmente, 2-4 veces por semana es suficiente. Apunta a 2-4 ejercicios por sesión, con 2-4 series por ejercicio. Mantén los isométricos entre 20-60 segundos y los dinámicos entre 8-15 repeticiones por lado. Rota los patrones a lo largo de la semana para un desarrollo equilibrado (2).
Estructura de una Sesión de Entrenamiento de Fuerza:
- Calentamiento (5-10 minutos): Incorpora 1-2 ejercicios de CORE de cada patrón de forma ligera para activación (ej. 30 segundos de plancha, 8 Dead Bugs por lado).
- Bloque de Fuerza Principal: Mantén un fuerte bracing abdominal en todos los levantamientos compuestos. El CORE actúa como estabilizador intrínseco.
- Bloque de Accesorios/CORE Específico (10-15 minutos): Al final de la sesión, realiza 2-3 ejercicios de CORE más desafiantes (ej. 3 series de Ab Wheel Rollout, 3 series de Plancha Lateral con elevación de pierna).
La Especificidad del CORE: Adaptación a tus Necesidades
La importancia de cada patrón de CORE varía según la actividad física, ejemplos:
- Atletas de Fuerza (Powerlifters): Énfasis en anti-flexión y anti-extensión para la máxima protección lumbar en levantamientos máximos.
- Corredores: Crucial la anti-rotación y anti-flexión lateral para mantener la estabilidad pélvica y evitar el bamboleo durante la zancada.
- Deportes de Rotación (Golf, Tenis): La anti-rotación es primordial para una transmisión eficiente de potencia desde la cadera al implemento, sin “fugas” en la columna lumbar.
- Población General (Salud): Un enfoque equilibrado en todos los patrones para una columna sana y movimientos funcionales en la vida diaria.

Conclusión: Un CORE Fuerte, un Cuerpo Resiliente
Entrenar el CORE desde una perspectiva de control motor y anti-movimiento no es una moda, sino una necesidad biomecánica. La capacidad de resistir la flexión, extensión, rotación o la combinación de fuerzas que intentan desestabilizar el cuerpo es lo que verdaderamente construye una faja natural protectora de la columna vertebral. Al fortalecer patrones como la anti-extensión, anti-flexión lateral y anti-rotación, no solo prevenimos lesiones —especialmente en la zona lumbar—, sino que optimizamos el control postural y la eficiencia del movimiento, incluso en gestos deportivos de alta exigencia (2, 3).
Este enfoque requiere entender a fondo los músculos estabilizadores profundos y superficiales, como el transverso abdominal, los oblicuos, el multifidus y el diafragma, y cómo se coordinan con los glúteos y la musculatura espinal para sostener y transferir fuerza. Solo con esa base anatómica clara se pueden diseñar rutinas realmente inteligentes: que prioricen la calidad de ejecución, el control técnico y la progresión gradual de cargas o demandas. Más no es mejor; mejor es mejor. Evitar compensaciones y construir desde adentro hacia afuera es el verdadero camino hacia un CORE resiliente.
Un CORE verdaderamente funcional no es el que aguanta 100 abdominales, sino el que resiste perturbaciones, transfiere potencia y mantiene la estructura corporal bajo presión. Es el motor silencioso de todo gesto atlético, desde un sprint hasta un levantamiento olímpico. En ese sentido, desarrollar la musculatura del CORE con un enfoque basado en anti-movimiento no solo protege, sino que potencia la expresión máxima de fuerza, velocidad y coordinación intermuscular. Es la diferencia entre un cuerpo vulnerable y uno preparado para el alto rendimiento.
Creador: Mg. Ortiz Jonathan Nahuel
Referencias Bibliográficas
- McGill, S. M. (2015). Low Back Disorders: Evidence-Based Prevention and Rehabilitation (3rd ed.). Human Kinetics.
- Vera-Garcia, F. J., Elvira, J. L., & García-Vaquero, J. (2016). Core Stability Training: A Review of the Current Literature and Practical Recommendations. Strength & Conditioning Journal, 38(3), 85-93.
- Akuthota, V., & Nadler, S. F. (2004). Core strengthening. Archives of Physical Medicine and Rehabilitation, 85(3 Suppl 1), S86-S92.
- Contreras, B., & Schoenfeld, B. J. (2011). The Siff Principle: The Science and Application of the Strength-Power Continuum. Journal of Strength and Conditioning Research, 25(Suppl. 1), S1-S10.
- Hodges, P. W., & Richardson, C. A. (1996). Inefficient muscular stabilization of the lumbar spine associated with low back pain. Investigation of the coactivation approach using a new elecromyelogram analysis method. Spine, 21(22), 2640-2650.
Muy buenos puntos para poder trabajar adecuadamente el core, lo cual en varios casos de entrenamiento se les pasa por alto o no me gustan entrenar esa parte!!!
Excelente! Muy buena publicación! Grandes aportes para todos nuestros entrenamientos y para una mejor calidad de vida! . Me gustaría compartirlo 💪abrazo Jon!